El temido desalojo este jueves de El Kubo y la Ruïna, los dos edificios okupados situados en la zona alta de Barcelona, en la plaza Bonanova, ha acabado con siete detenidos, seis hombres y una mujer. Los okupas no se lo han puesto fácil a los Mossos d'Esquadra, pues les han lanzado piedras, pequeñas piezas de acero, botellas de cristal, pintura, líquidos y sacos de arena, entre otros objetos. Además, tres de ellos se han atado en el tejado de La Ruïna y otro se ha colgado con una cuerda de la fachada de El Kubo. Sin embargo, la gravedad de los altercados se ha quedado en eso y solo ha resultado herida, leve, una agente, por un mal gesto.
Durante la madrugada, antes de que se iniciara el desalojo, el ambiente era de alta tensión, frente al temor a la reacción de los okupas, que habían amenazado con responder "con toda la furia" y habían convocado una manifestación para apoyarles. No obstante, la movilización, que han protagonizado alrededor de un centenar de personas, se ha disuelto pronto, en una hora aproximadamente, y los Mossos han dado por controlados los edificios poco después de las nueve de la mañana, aunque el desalojo ha acabado pasadas las once.
La comisaria jefa en Barcelona del cuerpo policial, Montse Estruch, ha celebrado que el operativo ha durado menos de lo previsto, pues esperaban terminar "hacia las dos o las tres del mediodía", pero el hecho de que solo hubiera siete personas en los edificios ha permitido actuar más rápido.
El dispositivo de los Mossos para proceder al desalojo, en el que han participado unos 300 efectivos, se ha puesto en marcha sobre las 5:20 horas, después de otro preventivo durante la noche. Los agentes han perimetrado la zona, lo que ha provocado cortes de tráfico, y sobre las 6 horas, antes de entrar en los edificios, han avisado por megafonía de que iban a acceder. Algunos lo han hecho metidos en una jaula con ruedas, un elemento nuevo que han utilizado para estar a salvo de lo que les lanzaban los okupas. "Tenemos que ser ingeniosos y protegernos", ha contado Estruch, que ha apuntado que "ha habido lanzamientos contundentes" de objetos "con bastante magnitud de peso".
La entrada en los inmuebles no se ha logrado hasta alrededor de las 8 horas, pues los Mossos han tenido antes que retirar obstáculos que les han puesto los okupas y que cortar vallas con una radial. El desalojo de tres jóvenes que estaban en la terraza de El Kubo ha sido el más fácil, pero hasta poco antes de las once de la mañana no han podido con el okupa que se ha colgado con una cuerda de la fachada de este edificio ni con los tres que se han atado en el tejado de La Ruïna.
Han tenido que acudir a socorrer a los agentes los Bombers de Barcelona, con un camión con una grúa articulada. Metidos en su cabina y en tres 'viajes', dos agentes se han acercado a los cuatro jóvenes, han hablado con ellos distendidamente y los han subido a la grúa sin que opusieran resistencia. Estruch ha dicho que el desalojo "ha sido más un tema de rescate", pues los okupas "estaban en un sitio peligroso".
Al final del operativo, se ha procedido a inspeccionar ambos edificios antes de retornarlos a la propiedad, la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb). Para garantizar que los okupas no vuelvan a entrar en los inmuebles, ha apuntado Estruch, están previstas "medidas de construcción", así como la instalación de "puertas" y la contratación de un servicio de "seguridad privada".
La Sareb, tras recuperar los edificios, ha indicado que ha desplegado un dispositivo de seguridad para evitar una nueva okupación. También ha recordado que el Plan General Metropolitano contempla una gran zona verde en el lugar donde se ubica El Kubo, mientras que La Ruïna podrá ser rehabilitada, pero no puede crecer en metros de edificación.
En el operativo policial, encabezado por antidisturbios, han participado agentes de todos los departamentos de los Mossos, excepto el marítimo. El cuerpo también ha usado drones y un helicóptero, y ha contado con la ayuda de la Guàrdia Urbana de Barcelona.
Elena: "Gracias"
El conseller de Interior, Joan Ignasi Elena, el director general de la Policía, Pere Ferrer, y el comisario jefe de los Mossos d'Esquadra, Eduard Sallent, han acudido a la zona para felicitar a los efectivos que han formado parte del dispositivo. "Agradecer a los agentes de los mossos que han hecho posible el desalojo de El Kubo y La Ruïna con éxito y sin incidentes remarcables. ¡Gracias!", ha escrito Elena en redes sociales.
Agraïnt als agents de @mossos que han fet possible el desallotjament de El Kubo i la Ruïna amb èxit i sense incidents remarcables.
— Joan Ignasi Elena (@joanignasielena) November 30, 2023
Gràcies! pic.twitter.com/kTEaNCzW5A
Estruch ha contado que ahora se ha activado otro dispositivo, ante la posibilidad de movilizaciones de protesta. "Hay que preservar el derecho a la manifestación, pero asegurar que no haya actos vandálicos", ha dicho.
Protesta el fin de semana
Precisamente, los okupas han convocado una movilización de "venganza" este sábado a las 19 horas en la plaza Alfonso Comín de Barcelona. "Nada ha acabado, todo continúa. ¡El barrio arde!", han escrito en X desde la cuenta del Centro Social Ocupado (CSO) La Ruïna.
🔥RES HA ACABAT, TOT CONTINUA!🖤
— CSO La Ruïna (@csolaruina) November 30, 2023
Ens veiem aquest dissabte a les 19h a la plaça Alfonso Comín pic.twitter.com/uSR7ipxv7T
En la plaza Bonanova se ha podido ver al líder de Vox en el Ayuntamiento de Barcelona, Gonzalo de Oro Pulido, y a la diputada de Cs en el Parlament Anna Grau. Ha sido después de que estos partidos, así como Valents, durante la campaña para las elecciones municipales de mayo, aprovecharan el descontento de algunos vecinos con los okupas para convocar manifestaciones.
El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha defendido que el desalojo ha sido "todo un éxito" y lo ha justificado por la necesidad de "garantizar la convivencia" en el barrio. También ha reconocido la "profesionalidad" de los cuerpos de seguridad y ha hecho un llamamiento a la tranquilidad de los vecinos.
Además, ha explicado que el Ayuntamiento analizará técnicamente la "viabilidad de los edificios" hasta ahora okupados y tomará las "decisiones correspondientes", después de que entidades vecinales hayan pedido que se destinen a hacer un centro de atención primaria (CAP).
Por su parte, el presidente del grupo municipal de Junts, Xavier Trias, ha considerado que el desalojo se ha hecho bien y lo ha comparado con el de Can Vies en mayo de 2014, cuando él era alcalde. "Me salió fatal", ha reconocido.
Ya hubo un intento de lanzamiento
El Kubo estaba okupado desde 2016 y La Ruina, desde 2019. El Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) explicó que la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), propietaria de La Ruïna, presentó una demanda sobre la finca a principios de año, y en varias ocasiones pidió el desalojo "ante la escalada de tensión" en las inmediaciones de la plaza.
Respecto al Kubo, el edificio colindante -ambos están conectados-, el TSJC contó que estaba pendiente de una nueva fecha de desahucio después de que el 23 de marzo los Mossos intentaran desalojarlo por orden del Juzgado de Primera Instancia 3. Ese lanzamiento, sin embargo, se suspendió finalmente, ante la falta de "garantías de seguridad y eficacia".
La Sareb ha afirmado que se paralizó para "proceder al desalojo de ambos edificios de manera conjunta para garantizar la seguridad de la zona". Eso es lo que han hecho los Mossos este jueves.
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